Hablando pocos minutos con el fotógrafo Juan Baraja (Toledo, 1984) enseguida se percibe que es un romántico. Habla nervioso, muy rápido y un poco a trompicones justo antes de la presentación de la exposición más extensa de su obra. Nervioso pero entusiasta. La forma en que se recrea en los detalles, en cómo enfatiza aquello que quiere que te llegue, en cómo lo “vive” al contarlo hace imposible que no te arrastre.
Contra todo lo que reluce: efectos del tiempo
“Contra todo lo que reluce: efectos del tiempo”, que se puede ver hasta el 11 de septiembre en el Museo ICO, es una selección de proyectos formada por ocho series de fotografías que se han realizado en los últimos diez años. Al fotógrafo no le interesa la arquitectura per se, le interesa todo lo que sucede en torno a ella: las relaciones humanas que se generan, nuestro sentido de pertenencia a un entorno y -de la mano- a las edificaciones con las que convivimos, el paso del tiempo y la nueva pátina que acaba cubriéndolo todo…